Siento debilidad por las tartas de queso, pero he de reconocer que una tan sencilla como esta me trae de cabeza, creo que he probado más de veinte tipos diferentes y reconozco que me han gustado casi todas, pero esta se me ha resistido, hasta ahora.
He tenido fallos de todo tipo, se me ha quedado demasiado líquida, al echarle la mermelada por encima o la gelatina no la he dejado enfriar del todo y se me ha derretido la tarta, o simplemente se me ha quedado como una roca......vamos que le tengo un respeto que para que.
Aun así no ceso en mi empeño y esta no ha quedado nada mal, antes de prepararla he visto varias recetas pero la he adaptado un poco a lo que tenía en la nevera y este ha sido el resultado.
La cuajada le da consistencia y le aporta un extra de sabor a lácteo, he leído que se le puede poner zumo de limón pero yo prefiero no hacerlo.
He utilizado un molde de 23 cm
INGREDIENTES PARA LA BASE:
16 galletas digestive ( la próxima vez le pondré sólo 12)
100 gr. de mantequilla
INGREDIENTES PARA LA TARTA:
300 ml de nata líquida para postres
200 gr. de azúcar
500 gr. de queso de untar
2 sobres de cuajada
INGREDIENTES PARA LA COBERTURA
1 bote de 400 gr. de mermelada de ciruela (podéis utilizar el sabor que más os guste, esta la hice yo en casa este verano y tengo un montón)
4 hojas de gelatina neutra
ELABORACIÓN
Trituramos las galletas y derretimos la mantequilla en el Microondas. Mezclamos con las galletas y colocamos en la base del molde con una cuchara para que quede bien compacta.
En una olla ponemos la 200 ml de nata el azúcar y el queso de untar (Philadelphia) hasta que hierva y quede una masa homogénea no dejaremos de remover para que no se nos queme, retiramos del fuego.
Disolvemos los dos sobres de cuajada en los 100 ml de nata que habíamos reservado y añadimos a la mezcla anterior, volvemos a poner al fuego hasta que rompa a hervir de nuevo removemos bien, ya esta lista, volcamos en el molde.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente, luego metemos en la nevera durante un par de horas.
Pasado este tiempo preparamos la cobertura, pondremos a hidratar en agua fria las hojas de gelatina mientras ponemos a calentar la mermelada, en cuanto rompa a hervir añadir la gelatina y removeremos bien. Retiramos del fuego y dejamos que se temple a temperatura ambiente (tenemos que utilizarla casi fria para que la tarta no se derrita) en cuanto este lista añadimos a la tarta y la meteremos en la nevera hasta que cuaje ( otro par de horas )
Y lista sólo nos queda desmoldarla presentarla y disfrutarla!!
Si no tenéis cuajada, podéis echarle en su lugar 8 hojas de gelatina neutra de la siguiente forma:
Hidratamos en agua fria la gelatina, mientras Calentamos los 300 ml de nata queso y azúcar. En cuanto comience a hervir escurrimos bien la gelatina y la añadimos, removeremos bien para que quede bien disuelta y repartida, volcamos la masa en el molde, dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego a la nevera de 2-3 horas.
Espero que os guste!!!
Un abrazo
Yolanda