El sábado pasado mi tía Isabel, que vive en una pequeña aldea llamada Praderrei en el ayuntamiento de Campo Lameiro nos invitó a un cocido gallego y allí nos fuimos una pequeña parte de la familia a disfrutar de un día de campo. Mi predilección por la aldea es conocida por todos los míos, supongo que me viene de cuna, ya que tanto la familia de mi padre como la de mi madre es toda de la montaña. Pero Praderrei tiene para mi algo especial, es como volver al pasado por un rato y poder disfrutar de las vistas, los montes, los animales, y como no, de la buena comida casera como lo hacía cuando era niña. Aunque ya son pocos los que quedan en el pueblo y el estilo de vida se ha modernizado, aún se puede disfrutar de una tarde recogiendo castañas y ver alguna vaca paciendo por el lugar. Para los que nunca hayan escuchado hablar del sitio, y os guste el turismo rural y el senderismo os lo recomiendo, a parte del precioso paisaje tiene un Parque Arqueológico con el mayor número de petroglifos de Europa:
"El Parque Arqueológico de Arte Rupestre de Campo Lameiro, se inauguró el 6 de julio del 2011. Se trata de un lugar único para conocer una de las manifestaciones más importantes de la cultura de la Edad del Bronce, los petroglifos, un conjunto de signos y dibujos grabados en las rocas por aquellas gentes que poblaron estas tierras hace unos 4.000 años.
El Parque, que tiene una extensión de 21,8 hectáreas y alberga en su interior cerca de 100 rocas con grabados rupestres, constituye un extraordinario paisaje cultural del que los petroglifos son la parte más visible. Su apariencia debe ser muy similar a la que tuvo en el pasado, configurándose como un paisaje abierto en el que una pradera natural se ve salpicada por pequeños bosques de robles, sauces y pinos.
La visita al Parque Arqueológico incluye el acceso a tres espacios diferenciados. La exposición estable, situada en el Centro de Interpretación y Documentación, es el lugar donde el visitante reúne la información necesaria para comprender los enigmas escondidos en los petroglifos y descubrir los modos de vida de nuestros antepasados de la Edad del Bronce, aproximándose a su rico mundo simbólico.
Finalizada la visita a la exposición, el visitante inicia un cómodo recorrido de unos 3 km de longitud por el área arqueológica anexa, que le permitirá observar los diseños geométricos y naturalistas propios del arte rupestre gallego y observar alguno de los petroglifos más sobresalientes de Galicia.
Finalmente, podrá acceder a la recreación de un poblado de la Edad del Bronce, un espacio de carácter vivencial y participativo, en el que se pueden desarrollar actividades especialmente creadas para mostrar el modo de vida de aquél momento, como enmangar una punta de flecha, tirar con arco, confeccionar un adorno personal, encender fuego con ayuda de piedras o con un arco, o elaborar un cesto o una vasija de barro.
A lo largo del itinerario, se encuentran áreas de descanso, fuentes, miradores panorámicos y otros elementos de consumo amable, como el laberinto, una escultura basada en el famoso laberinto de Mogor, que se puede recorrer hasta encontrar la salida.
Otro de los alicientes del Parque Arqueológico, es la posibilidad de visitar los petroglifos por la noche, a la luz rasante de los focos y linternas, que nos permiten apreciar hasta el más mínimo detalle.
El Parque, que tiene una extensión de 21,8 hectáreas y alberga en su interior cerca de 100 rocas con grabados rupestres, constituye un extraordinario paisaje cultural del que los petroglifos son la parte más visible. Su apariencia debe ser muy similar a la que tuvo en el pasado, configurándose como un paisaje abierto en el que una pradera natural se ve salpicada por pequeños bosques de robles, sauces y pinos.
La visita al Parque Arqueológico incluye el acceso a tres espacios diferenciados. La exposición estable, situada en el Centro de Interpretación y Documentación, es el lugar donde el visitante reúne la información necesaria para comprender los enigmas escondidos en los petroglifos y descubrir los modos de vida de nuestros antepasados de la Edad del Bronce, aproximándose a su rico mundo simbólico.
Finalizada la visita a la exposición, el visitante inicia un cómodo recorrido de unos 3 km de longitud por el área arqueológica anexa, que le permitirá observar los diseños geométricos y naturalistas propios del arte rupestre gallego y observar alguno de los petroglifos más sobresalientes de Galicia.
Finalmente, podrá acceder a la recreación de un poblado de la Edad del Bronce, un espacio de carácter vivencial y participativo, en el que se pueden desarrollar actividades especialmente creadas para mostrar el modo de vida de aquél momento, como enmangar una punta de flecha, tirar con arco, confeccionar un adorno personal, encender fuego con ayuda de piedras o con un arco, o elaborar un cesto o una vasija de barro.
A lo largo del itinerario, se encuentran áreas de descanso, fuentes, miradores panorámicos y otros elementos de consumo amable, como el laberinto, una escultura basada en el famoso laberinto de Mogor, que se puede recorrer hasta encontrar la salida.
Otro de los alicientes del Parque Arqueológico, es la posibilidad de visitar los petroglifos por la noche, a la luz rasante de los focos y linternas, que nos permiten apreciar hasta el más mínimo detalle.
Fuente: arqueotur.com "
Después de degustar el riquísimo cocido con sus patatas y verdurita de la huerta y del cerdito criado en casa y los chorizos que prepara, para mí los mejores del mundo!!! (ruego disculpéis mi torpeza pero ni me acordé de sacarle foto!! era el hambre que llevaba!!! prometo que el próximo día que vaya preparo un documental si hace falta!!!) nos agasajó con este delicioso postre Flan con huevos caseros, que aunque a mi no me gustan demasiado puedo aseguraros que repetí trozo de lo bueno que estaba, no me pude resistir a pedirle la receta que con mucho cariño me explicó con todo lujo de detalles:
INGREDIENTES:
6 huevos
1/2 litro de leche.
6 cucharadas de azúcar (1 por cada huevo) 120gr. aprox.
1 Ramita de canela
1 trozo de cáscara de limón (unos 6 cm)
PREPARACIÓN:
Ponemos en una cacerola la leche, la cáscara del limón y la canela, a fuego no muy fuerte para que vaya cogiendo los aromas, cuando rompa a hervir retiramos del fuego para que se temple.
Mientras, batimos los huevos junto con el azúcar y añadimos (debemos evitar que la leche esté demasiado caliente para que el huevo no se cuaje) mezclamos todo bien, cogemos un bol y ayudados con un colador fino colamos toda la mezcla, veréis la cantidad de "residuos" a parte de la canela y el limón que quedan, haciendo esto nos evitaremos el sabor tan desagradable a huevo que tienen muchos flanes. (tiramos los restos)
En un molde ponemos el caramelo (esta receta de Javi recetas es estupenda) y volcamos la mezcla y lo metemos al baño maría en horno precalentado a 180º unos 45 minutos o hasta que esté cuajado (ya véis que se va poniendo doradito por encima), si metemos un palillo o la punta del cuchillo y sale limpio ya está.
CONSEJO: el agua que utilizaremos para el baño maría tiene que ser fría! para que el corte del flan sea liso como el que veréis a continuación, si usáramos agua caliente nos quedarían un montón de agujeritos
Realmente exquisito.
Qué rico y gracias por compartir los truquitos. Tengo unas ganas de hacerlo...
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti!!, verás que te sale estupendo!!
EliminarHola guapa, acabo de encontrar tu blog, tienes unas recetas deliciosas y todo es muy interesante!!
ResponderEliminarEl flan es una exquisitez!
Me quedo a seguirte, también te invito a visitar mi blog por si te apetece conocerlo!
Un beso
Buenos días Esmeralda, bienvenida!! anímate a prepararlo y ya me contarás, ahora me paso por tu blog!!, besotes
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